La industria de las PCs y notebooks se encuentra pasando por un momento dulce. La situación se debe al trabajo a distancia que se implementó producto de la pandemia por Covid-19. El confinamiento laboral ha generado la necesidad de una mejor conectividad.
Tras la primera paralización que sufrieron las economías, unos de los booms fueron las migraciones al mundo online. Aunque todavía es imposible hacer un análisis de los cambios, sí es cierto que hubo una aceleración digital. El teletrabajo y la educación a distancia fueron factores que llevaron a un mejoramiento del sector de los equipos de escritorio.
Luego de diez años de caída en los precios, estos han tenido un importante crecimiento por la nueva demanda. Las empresas no estaban preparadas para el boom de equipos y periféricos que generó la pandemia. El sector entró en una congestión que se ha dificultado resolver.
El trabajo a distancia, el entretenimiento y la educación
La demanda inesperada generó una rotura de stock, al no poder satisfacer todos los pedidos de los usuarios. El volumen de compras para teletrabajar, la educación en casa y el entretenimiento, tanto por series como videojuegos en línea, han sido causas de este crecimiento exponencial. Las cadenas de producción no han conseguido resolver esta nueva realidad.
El teletrabajo ha sido un claro ejemplo del empuje de los equipos de escritorio. El traslado a un entorno laboral digital generó modificaciones en reuniones a distancia y trabajos en plataformas compartidas. Algo similar pasó con la educación y el área del entretenimiento. Estos sectores han necesitado de disponer de micrófonos, auriculares y videocámaras por encima del stock disponible.
La denominada brecha digital se amplió para aquellos usuarios que no pudieron subirse al cambio tecnológico. La ola informática requirió de recursos que sobrepasan la capacidad de producción de las empresas tecnológicas.