En un mundo donde los deepfakes (aquellas imágenes falsas de personas reales) son cada vez más comunes y difíciles de identificar, una innovadora técnica basada en la astronomía ofrece una solución prometedora. Esta técnica analiza los reflejos en los ojos de las imágenes para determinar si son reales o falsas.
Deepfakes: el secreto está en los ojos
Según un estudio publicado en la revista Nature por los investigadores Adejumoke Owolabi y Kevin Pimbblet de la Universidad de Hull, la clave para identificar deepfakes radica en los reflejos de los ojos. En una fotografía genuina, ambos ojos muestran reflejos prácticamente idénticos. Sin embargo, en los deepfakes, estos reflejos suelen ser asimétricos, delatando la falsedad de la imagen.
La técnica astronómica empleada para este propósito se basa en dos componentes principales: el sistema CAS y el índice Gini. El sistema CAS cuantifica la concentración, asimetría y suavidad de la distribución de la luz en un objeto, mientras que el índice Gini calcula la desigualdad en dicha distribución en las imágenes de galaxias. Al aplicar estas técnicas a los ojos en las imágenes, los investigadores pueden detectar inconsistencias y determinar la autenticidad de la imagen con un 70% de precisión.
Este avance es significativo, pero aún presenta un margen de error considerable, ya que la tecnología de creación de deepfakes sigue evolucionando y mejorando. No obstante, este método representa un paso importante en la lucha contra los deepfakes, ofreciendo una herramienta adicional para su identificación.
La creciente sofisticación de los deepfakes no solo se limita a imágenes, sino también a la clonación de voces. Esto plantea serias preocupaciones de seguridad y privacidad, con potenciales implicaciones en la creación de conflictos internacionales y estafas que involucran la suplantación de la voz de familiares o amigos. El Jefe de Seguridad de la Casa Blanca ha expresado su preocupación por esta tecnología, subrayando la urgencia de desarrollar métodos efectivos para combatirla.