Microsoft, empresa conocida por su dominio en el ámbito del software y los servicios, ha dado un giro estratégico al lanzar sus propios chips de IA, marcando un hito significativo en su autonomía frente a proveedores externos. Durante el evento Microsoft Ignite, la compañía presentó dos chips personalizados: Azure Maia AI y Azure Cobalt, diseñados para revolucionar la gestión de datos y la infraestructura en sus centros de datos.
El desarrollo de chips de IA personalizados: Azure Maia AI y Azure Cobalt
El primero de estos chips, Azure Maia AI, está específicamente optimizado para ejecutar procesos de inteligencia artificial generativa e inteligencia artificial general. Por otro lado, Azure Cobalt se presenta como una unidad central de procesamiento (CPU) de propósito general, con arquitectura ARM, destinada a fortalecer la infraestructura de Microsoft Cloud. Este movimiento estratégico busca proporcionar a la empresa mayor autonomía en la gestión de sus centros de datos, desde el diseño de hardware hasta la implementación de servicios.
Al respecto, Scott Guthrie, vicepresidente de la división responsable de inteligencia artificial y servicios en la nube de Microsoft, destacó la visión de la empresa al afirmar que:
“Microsoft está construyendo la infraestructura necesaria para soportar la innovación en el ámbito de la inteligencia artificial, y estamos reimaginando cada aspecto de nuestros centros de datos para satisfacer las necesidades de nuestros clientes”
Cabe mencionar que Los chips Azure Maia AI y Azure Cobalt se implementarán en los centros de datos de Microsoft a principios de 2024, inicialmente impulsando los servicios Microsoft Copilot y Azure OpenAI. La compañía busca ofrecer flexibilidad y un rendimiento por vatio competitivo, considerando las exigencias energéticas y de rendimiento de los grandes centros de datos.
Finalmente, hay que decir que la elección de la arquitectura ARM para el chip Azure Cobalt revela la estrategia de Microsoft para optimizar la eficiencia energética de las CPUs de propósito general. Aunque estos nuevos chips marcan un avance significativo hacia la independencia de proveedores externos, Microsoft no planea abandonar por completo el hardware de terceros en sus centros de datos.